En Deuda

Un mal que se traslada. Un análisis de un partido que se jugó hace 4 días. Bien podría obviarlo, y pasar directamente a la previa de lo que será un interesantisimo choque por Octavos de final.

Pero lo prometido es belga. Y un waffle siempre paga sus deudas.

El Jueves, hace una vida atrás, Bélgica cerró su participación en el Grupo H enfrentándose a Corea del Sur. Wilmots paró a Courtois; Vanden Borre, Van Buyten, Lombaerts, Vertonghen; Defour, Dembele, Fellaini; Mertens, Januzaj, Mirallas. Una primera lectura arroja a simple vista el recambio. En el último partido de su grupo, en posición de decidir quién sería su rival en Octavos, Wilmots puso 6 suplentes. Wilmots jugó sin delantero. Januzaj debutó, finalmente.

El primer tiempo mostró a una Corea organizada que llegaba al arco con remates de media distancia y centros incesantes. Courtois, como siempre, se calzó los guantes y despejó todo tipo de dudas. El equipo era un desorden, así y todo, Bélgica tuvo sus situaciones. Mertens, quién siempre tiene que arrancar desde el banco, no puede maximizar su talento. Un enganche de más, y siempre para alejarse de una posición óptima. Januzaj jugó libre y, por momentos, intentó ser la manija del equipo. Mucha personalidad de un jugador que va a dar que hablar en los próximos años.

Fellaini es un delantero. Y punto. En cualquier jugada al azar, cuando la pelota se va embarrando y el momentum se diluye, Fella sale de su posición y pone el toque justo para devolverle vida a la pelota. Inmediatamente después, el pique al área para buscar su posición. Lo más llamativo es la incapacidad de detenerlo que mostraron las defensas hasta acá. Si, es alto. Si, cabecea bien. Bélgica va a buscarlo con centros. Entonces, si todos sabemos lo mismo, ¿Cómo es que no lo pueden parar?

Vanden Borre tuvo 90 minutos en donde sacó a pasear todo el manual de su juego. Hizo su jugada, y nos hizo delirar. También nos volvió loco con su manera de mostrarse perdido, posicionalmente. No era un lateral derecho, no era un central, no era un mediocampista. Pero puso unos cortes precisos y preciosos, en momentos donde Corea se animaba.

Aplausos.

Aplausos.

 

Un equipo que al final del primer tiempo se quedó con diez hombres, porque Defour también quiso mostrar todas las cosas que te contamos en WPT, meses previos al Mundial. El hombre térmico lo hizo de nuevo. Que pedazo de pelotudo. Perdónenme. Pero mis diferencias con Defour son evidentes. El tipo después va, mete la pata justa, el pase impensado, o rompe el esquema desde afuera del área. Y se hace expulsar contra Corea. Date cuenta, te necesitamos.

Bélgica, decíamos, volvió a ganar un partido sobre la hora. Gracias a Vertonghen. Bah, gracias a Origi, que hizo una de Carbonero. Si, leyeron bien amigos colombianos. Origi vio los tapes de Carlos Carbonero en su último semestre en River. Solo eso explica la inventiva fugaz que permitió encontrar a Corea mal parado.

Entonces Bélgica, sin mostrar su fútbol, alternando nombres y encontrando la llave del partido desde el banco, clasificó primera en su grupo. Con puntaje perfecto, algo nunca antes logrado por esta nación en un Mundial. Con un solo gol en contra, producto de un penal en el primer partido. Jugando «mal». Porque eso es lo que ve la gente. Bélgica juega mal. Y lo pinchan. Y lo quieren ver sangrar. Y el morbo quiere una eliminación belga ante Estados Unidos. Porque nos decepciona la performance belga. Si no fuera así, como explicar estas caras.

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¿Cómo no entender la amargura de una fanaticada que viajó hasta el fondo de América del Sur? Porque este equipo no le da nada al pueblo belga, y hay que entenderlos. Esto es un desastre, una verdadera tragedia. Miren con sus propios ojos la desazón que alberga los corazones de Flandes.

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Paremos un poco. Mejor dicho, paren un poco. Porque si algo aprendí yendo a 15 terapeutas en 10 años es el concepto de proyección. Y les vengo a decir, pueblo argentino, que están proyectando. Argentina no es Bélgica. Y Bélgica no es Argentina. Nosotros, los argentinos, exigimos y exitamos. En el sentido de celebrar las proezas y borrarnos en las difíciles. Creanme, lo que está pasando con Bélgica tiene al país eufórico. Pero, ¿cómo? Si esos muertos ganaron tres partidos de pedo y no mostraron nada con todas las figuritas de FIFA 14 que tienen.

Vení, que te digo que se siente. 12 años de ausencia en competiciones de peso. Desde Corea/Japón 2002, Bélgica no jugó un Mundial, no jugó una Euro. No compitió. Y esto recién empieza. El pueblo no le pide nada a esta selección. Simplemente cree en ellos. Como nosotros. Creen en un proyecto que tiene 2 años de vida, y va a completar un tercio de su etapa inicial. Ganó una eliminatoria de punta a punta. Consolidó un esquema futbolístico que, cuando engrana, es imparable. Un esquema que insinuó por momentos en esta Copa, pero nunca pudo clarificar. Ansiedad, miedo, llamenlo como quieran.

Pero dense cuenta de algo: Bélgica no es Argentina. Bélgica no depende de la brillantez de un Messi. Bélgica no tiene a un Agüero o un Higuaín. Bélgica es un equipo. Un proyecto. Una idea. Y ustedes se rasgan las vestiduras porque no ven nada de eso. Y lo hacen, cuando en menos de una semana probablemente Argentina se vea las caras con estos tipos.

Ustedes están pinchando a un equipo que no hay que molestar.  Porque, si jugando mal, como así lo entienden, ganó 3/3, imaginate que puede pasar si juegan bien. Si yo fuera Wilmots, en un posible vestuario pre-Argentina del sábado, empapelaría las paredes con los tuits maliciosos que miles de argentinos escupieron viendo los partidos de Bélgica. Con eso debería alcanzar.

Tantos años preocupándonos por Alemania, descuidamos al resto. Esperemos que Bélgica no sea el nuevo cuco. Las banderas se parecen, eh.

Este Martes, Bélgica juega contra USA, el equipo más raro del mundo. Wilmots tiene la dura tarea de encontrar el equipo, entre tantas lesiones de jugadores clave en el fondo. Honestamente les digo, puede pasar cualquier cosa. Estimo que Bélgica va a ganar. Que se va a meter en cuartos, como dijimos un año atrás, sin conocer el sorteo. Bélgica va a ser top 8 en su primer Mundial en 12 años. En su primer fase del proyecto. Y yo, su servidor, voy a tener que cumplir otra promesa y teñirme la bandera belga en la cabeza.

Viviendo en Argentina, en la semana previa al cruce de cuartos de final.

Waffles para Todos entra en su momento más duro. Y los invitamos a todos a acompañarnos.

Por Fede Praml

 

Su turno

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Bélgica cierra hoy su participación en el grupo H del Mundial de Brasil 2014. Después de haber sumado 6/6, habiendo superado a Argelia por 2-1 en el debut y a Rusia por 1-0 el pasado domingo en el Maracaná. Dos triunfos agónicos, en los que el gol de la victoria llegó en el tramo final del encuentro, y en ambas ocasiones desde el banco; primero Mertens contra Argelia -Fellaini, también desde el banco, había anotado el empate transitorio-, y después Origi.

Esta tarde, desde las 17 (horario local), Bélgica se enfrenta a Corea del Sur en el Arena Corinthians de Sao Paulo. En la previa, el panorama parece ideal para los de Wilmots, ya que la presión es menor por haber conseguido ya la clasificación a los octavos de final, mientras que los coreanos tendrán la obligación de ir a buscar la victoria para aspirar a conseguir el boleto a la siguiente ronda. Esto puede llevar a los coreanos a descuidarse y dejar esos espacios atrás que tan bien aprovechan los belgas.

De todos modos, Wilmots ya lo advirtió, Bélgica no saldrá a especular. Ni siquiera con el resultado de los partidos del grupo G, donde posiblemente Alemania se quede con la zona, y de entre Portugal, Estados Unidos y Ghana salga el segundo clasificado. Sea cual sea el posible rival, Bélgica lo sabrá antes de salir a jugar, pero eso no cambiará en nada su manera de afrontar el partido. Los Diablos Rojos van a saltar a la cancha con un sólo objetivo: ganar; para así clasificar como líderes del grupo y conseguir 9/9, algo que Bélgica jamás logró en un Mundial.

La alineación es una incógnita, aunque sí hay algunas certezas. Wilmots ya aclaró que le dará descanso a Alderweireld y Witsel, sobre todo teniendo en cuenta que fueron amonestados contra Rusia, y una amarilla más los dejaría fuera del cruce de octavos. Sus lugares serían ocupado casi con seguridad por Vanden Borre, único lateral derecho natural que tiene el plantel, y Defour, el volante más capacitado para cumplir el rol de contención del Soul Brother. El otro amonestado que tiene Bélgica es Vertonghen, que vio la amarilla contra Argelia, luego de cometer el penal. Sin embargo, el reemplazante de Jan es Vermaelen, que de hecho ocupó su lugar desde el arranque contra Rusia, partido en el que salió lesionado, y no haberse recuperado aún, el del Tottenham jugará en la banda izquierda. ¿Por qué no poner a Lombaerts ahí, que también es zurdo? La respuesta a este interrogante nos lleva a otra de las certezas que hay. Lombaerts juega, pero lo hará en reemplazo de Kompany, que está con una sobrecarga muscular, que no le permite jugar, y no vale la pena arriesgar teniendo la clasificación ya abrochada. Por lo que Vertonghen llevará el brazalete de capitán hoy.

El resto son especulaciones. Wilmots advirtió que habrá cambios. Que le dará oportunidades a jugadores que no han tenido muchos minutos, pero que los ve listos y en condiciones para jugar. Por eso, también aclaró que no será un equipo B el que parará en la cancha, pues no existe tal cosa para Marc. Para él el equipo son los 23. Y un partido lo juegan 14, no 11. Como ya viene dejando claro desde que está a cargo del equipo, los cambios son vitales en su esquema de juego, pues le permiten mantener la competencia interna en alto nivel, ya que todos los jugadores saben que en cualquier momento pueden saltar a la cancha, y deben dar lo máximo para seguir teniendo oportunidades.

Por eso, yo creo que de mitad de cancha para adelante habrá algún que otro cambio más. Si tengo que arriesgar, yo diría que Fellaini juega. Fue importante su ingreso en el debut, y volvió a estar a la altura contra Rusia. De De Bruyne y Hazard, yo creo que a uno le dará descanso. Son los dos jugadores más importantes para la ofensiva del equipo, uno es el conductor, y el otro el distinto, el capaz de marcar la diferencia. Mirallas podría tener su oportunidad desde el arranque, ya sea reemplazando a Eden o a Mertens. En cuanto al punta, Origi demostró que puede estar tranquilamente desde el arranque, pero teniendo en cuenta la deslucida tarea de Lukaku en los partidos anteriores, Wilmots podría optar por mantenerlo en el puesto para que no pierda confianza. Igual, lo más probable es que los dos jueguen, sólo que uno tendrá más minutos que el otro.

¿Hay que arriesgar un 11 inicial? Bueno, el mío sería: Courtois; Vanden Borre, Van Buyten, Lombaerts, Vertonghen; Defour, Fellaini, De Bruyne; Mirallas, Mertens y Origi.

Sean quienes sean los 11 que salgan a la cancha, esta tarde vamos a poder disfrutar de otra función de los Diablos Rojos. Y a los que se andan preguntando «¿Tanto ruido y al final Bélgica era sólo eso?», por ahora los dejaremos con la intriga. La respuesta llegará en la cancha. Todo a su debido tiempo.

Por Joaquín Mosquera (@joaquinmosquera)

Uno más

El Lobby no es lo mio. Al menos no en este momento.

Francisco, perteneciente al «once incial» de seguidores de WPT, muestra un talento innato para esta arte. Conecta líneas con la velocidad y la audacia de Fellaini. De este modo fuimos invitados a ver el partido contra Rusia en un típico bar de San Telmo. Lo atípico es que al entrar pasamos de Buenos Aires a Bruselas.

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En compañía de Francisco y Mark, un escocés hincha de San Lorenzo que vive en Boedo, primereamos la mesa que se ubicaba justo adelante de la pantalla del match. La misma estaba vacía y con aire de «reservado», pero, claro, eso habrán pensado los europeos allí presentes, cuando vieron la soledad de la misma. Matanga. Y marchame dos Stellas con papas. Lo primero que vale la pena destacar de esta experiencia es el juicio sobre el aspecto belga. Los belgas deben ser las personas más clásicamente europeas en el mundo. Sin lugar a dudas. Uno puede confundir a un portugués con un latino, un Español con un africano o un Inglés con un Kazajo, más nunca se va a confundir a un belga.

En respuesta a la reiterada pregunta que recibí mientras transmití el partido: no se en que hablaban. De todo menos francés. Por momentos creí escuchar Holandés. Al finalizar el primer tiempo salí a descargar mi ansiedad y recargar mis niveles de alquitrán y atrás mio vinieron varios belgicanos. Me empezaron a hablar en un idioma incoherente al que voy a definir «flamenco», y ante mis señas de «No, No, no soy belga» me miraron incrédulos y me preguntaron si era Irlandés. Claramente los belgas estaban estupefactos al verse en una situación de confusión de nacionalidad.

Fue en ese momento que vi a una señora mayor, muy canosa, que era tratada con cierta reverencia por los demás. Imaginé que era alguien de importancia y con la intriga del periodista amateur la encaré en español, inglés y francés, pero no en ese orden. Por suerte, me entendió el español. Rein, la persona en cuestión, es la Representante VIW de Flandes en el Mundo, es decir, representa a la comunidad Flamenca. Bélgica, para los poco amigos de la geografía, se compone de tres regiones: Flandes, Valonia y Bruselas. Los flamencos componen casí el 60% de la población belga. Flandes y Valonia se llevan a las trompadas. Y Rein no tardó en decirmelo.

Al presentarme, le explique que llevo dos años cubriendo a la selección belga para el público argentino. Que confiamos en la sustentabilidad del proyecto y en los futuros éxitos, quizás más fehacientes en Francia 2016 o Rusia 2018. Ella me contó que todos están al tanto del plan «Grandir et Gagner», de las nuevas implementaciones en el fútbol juvenil, del apoyo financiero a los futbolistas menores provenientes de familias extranjeras. Yo le dije que lo que más me atrae del plan es la intención de sacar a un país adelante y unirlo a través de la selección nacional. Ella está de acuerdo. «Esos chicos, los Diablos Rojos, por primera vez cuentan con el apoyo de todo el país. Nos representan a todos, cosa que la bandera nunca hizo».

Y con esa frase apagamos nuestros cigarrillos, adentro empezaba el segundo tiempo y el empate no contentaba a nadie. Pero, puedo asegurarlo, tampoco impacientó a nadie.

Pueden atribuirlo a la pasividad de la parcialidad. Como decíamos en nuestra mesa, «hay que llevarlos de la mano». Cada tanto Mark ensayaba un «Holanda decime que se siente», yo aplaudía y le gritaba a Mertens «dale Dries, para afuera no». Fran arengaba y analizaba si la próxima daba caer con bengalas o no. Los belgas, tranquilos y bebedores belgas, se sobresaltaban con cada cruce de Kompany. Gritaban con cada opción de contra y emitían extraños sonidos cuando las ocasiones no se cristalizaban. No era «Uuuuuh» no era «Aaaaah». Había caracteres imposibles de reproducir mezclados con gritos frecuentes en una belieber, pero tampoco puedo asegurar que salieran de bocas femeninas.

Un detalle me hizo tener un presagio. Entrando en los últimos 10 minutos de un, digamosló, soporífero segundo tiempo, la mesa de atrás empezó a cantar. No se que cantaban, pero incluía «Belgium» cada cuatro palabras. Y golpeaban la mesa. Y contagiaron a los demás.  Escasos minutos después Hazard hizo un Messi y estallamos todos juntos. Acá si que no hay distancia cultural. No hubo un «Yes», el grito fue de Gol y a garganta pelada.

La alegría parecía infinita. Sobretodo cuando los belgas volvían a gritar gol en cada repetición. Esta gente sabía lo que estaba viendo. «La paciencia belga» ya es un término en nuestras transmisiones. No es una excusa, no es oficialismo. Bélgica juega los partidos sabiendo que los goles se pueden hacer en cualquier minuto. Eso, como ya remarcamos en el pasado, también es su talón de Aquiles cuando consigue una ventaja tempranera.

Yendo al desarrollo natural del juego y lo apreciado en 90 minutos, hay conclusiones que ninguna cantidad de Stella Artois es capáz de borrar de mi cabeza. Bélgica no jugó mal. Jugó aburrido. Mal juega Argentina, que no es protagonista con un once Top, no genera situaciones de juego colectivo y gana los partidos por un momento brillante del jugador más fascinante de las últimas dos décadas. Bélgica juega lento, marca un ritmo de altibajos pero es la gota que erosiona la piedra. No puede, todavía, desplegar el fútbol al que nos acostumbró en la faceta ofensiva. Si logra, hasta acá, ganar con un par de contras. Y en un Mundial, con perdón a quien le ofenda, los partidos hay que ganarlos.

Lo destacó Wilmots y lo destacamos nosotros, en un Mundial vale más ser efectivo que entretenido. ¿Fue un bodrio Bélgica-Rusia? Si, probablemente. Más aún viendo el segundo tiempo. ¿Bélgica está en octavos? Si, y le sobró un partido. Objetivo cumplido, muchachos. El plan que inició en 2012 ya consiguió tachar los primeros dos items: clasificar a un Mundial, entrar a octavos.

Claro que queremos más. Y no estamos solos. Nosotros, como espectadores, queremos ver aunque sea 90 minutos de la Bélgica de transiciones en alta velocidad. Queremos ver un sostenido cerrojo posesivo. Queremos a Vertonghen tirando 5 centros en 3 minutos. Queremos los goles de Lukaku, el delantero sin espacios. Queremos que Hazard deje de recostarse tanto en la izquierda y flote más cerca del área, donde todo lo que hace es daño. Le pedimos más a De Bruyne, que en cinco pases ya le mostró a los incautos que Mourinho la pifió feo con el. Queremos a Defour haciendo locuras. Y a los Kompany, Van Buyten y el resto de los jugadores de metro 90 haciendo valer cada pelota parada.

Hay mucho lugar para mejoras.

Pero somos agradecidos. Por la eficacia en el arco contrario. Por la seguridad de Courtois. Por la presencia del Kapy. Por la mano de Wilmots y la precocidad de Origi. Por haber ganado 2/2 sin mostrar el mejor fútbol, ser líder absoluto en su grupo y esperar rival.

Porque WPT quiere a Bélgica en cuartos de final. Espera eso de la selección. También sabe que en 60 mundos paralelos, solo en este se va a dar que Bélgica enfrente a Argentina. Era obvio. Y es casí, casí místico. Dos años hablando del rival, que no es Alemania, que puede dejar a Argentina afuera de un Mundial.

Mamita.

El jueves a las 17 hs nos espera Corea. Esperamos ganar y gustar. Y nos mordemos las uñas por como se defina el grupo G. No va a ser nuestro caso, pero, quién pueda, vaya a Via Via en San Telmo. Si van a hinchar por Bélgica se van a sentir en casa.

Gracias por el aguante, a los argentinos, los hermanos sudamericanos y a los belgas, que no terminan de entender que en este país también se hable de los pibes de Wilmots.

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Por Fede Praml.

Por la clasificación

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Mañana a esta hora, la comunidad belga puede estar festejando que, después de 12 años, nuevamente jugará los octavos de final de un Mundial. Pero no nos adelantemos. Para eso, primero Bélgica tiene que ganarle a Rusia, un rival que no será para nada sencillo, sobre todo teniendo en cuenta lo que le costó al equipo de Wilmots el debut frente a Argelia.

Bélgica viene de superar una prueba más en su presentación en Brasil 2014, donde se encontró con un rival que se refugió y lo esperó compactando las líneas. Para peor, también se encontró con que, a los 25 minutos, ya estaba en desventaja por una infracción infantil de Vertonghen, que quizás con un árbitro menos riguroso podía pasar desapercibida, pero que fue un agarrón claro, el cual llevó a que Argelia se adelantara en el marcador, sin casi generar peligro al arco de Courtois, quien de hecho es hasta ahora el único arquero que jugó en este Mundial y todavía no realizó ninguna atajada; la única que le patearon a los tres palos fue adentro.

Algeria's Feghouli is fouled for a penalty by Belgium's Vertonghen during their 2014 World Cup Group H soccer match at the Mineirao stadium in Belo Horizonte

Sin embargo, pese a que el equipo por momentos dio muestras de nerviosismo por la situación, Wilmots no desesperó y, lo más importante, supo leer el partido y cambiar a tiempo. Llevó a De Bruyne al medio para que comande las ofensivas; colocó a Mertens en la banda para buscar desequilibrio; reemplazó a un desgastado Lukaku por Origi, con más movilidad y frescura para abrir espacios, y finalmente hizo entrar a Fellaini para que que acompañe al punta y llevar así mayor peso ofensivo al área rival con sus entradas por sorpresa. Los cambios le pagaron y Bélgica dio vuelta el partido con los goles de Fella y Dries, en jugadas gestadas por Eden y KDB.

Belgium's Marouane Fellaini and Dries Mertens celebrate after their 2014 World Cup Group H soccer match against Algeria at the Mineirao stadium in Belo Horizonte

El partido contra Rusia puede que no sea muy diferente del debut. Capello ha priorizado la solidez defensiva en su equipo, que se para con un esquema 4-3-3, similar al de Bélgica. De hecho, en la eliminatoria europea recibió tan sólo 5 goles -uno más  que Bélgica-, y relegó a Portugal al repechaje. Es muy probable que sean nuevamente los belgas los que dominen la pelota y será otra vez fundamental la paciencia para encontrar los huecos. Lo que puede beneficiar a los Diablos Rojos respecto del partido con Argelia es que Rusia lleva más jugadores al ataque, lo cual puede ser ideal para los contragolpes de los belgas, que son letales con espacios.

En cuanto a la alineación, lo más probable es que haya algún cambio respecto al once que paró Wilmots en el debut. La defensa seguiría igual, ya que que Kompany se entrenó con normalidad después de una molestia que lo tuvo a maltraer desde el partido contra Argelia, así que todo indica que mañana el Capi estará presente. La duda, nuevamente pasa por las dos inclusiones con las que sorprendió Wilmots en el estreno mundialista: Dembélé y Chadli. Es muy probable que los dos salgan del equipo titular. El tema es saber quién ingresa. Porque, como dijo Marc, todos tienen chances de jugar. Fellaini es quien corre con más ventaja para jugar en lugar de Dembélé. Aunque Wilmots no descartó recrear el otrora mediocampo del Standard Lieja: Witsel-Defour-Fellaini. En ese caso, De Bruyne permanecería en la derecha, posición en la que dejó más que conforme a Wilmots, aunque quedó claro que en el segundo tiempo, cuando jugó más de 10, fue cuando se vio lo mejor del Mago. Otra opción es que KDB juegue en el medio con Fellaini, y que entre Mertens por derecha desde el arranque. Pero también podría hacerlo Mirallas.

Belgium's Fellaini jokes before the team's training session at Maracana stadium in Rio de Janeiro

Las variantes son muchos, algo que indica la abundancia y la paridad que hay en el plantel. La sana competencia por puestos, ya que todos están en un altísimo nivel. De modo que habrá que esperar hasta horas antes del partido para conocer a los once diablos que saldrán a buscar la clasificación a octavos de final. Porque el triunfo ante Rusia coloca a Bélgica automáticamente en la siguiente ronda. Después de las eliminaciones de equipos como España e Inglaterra, lo que le costó a Brasil el partido ante el humilde seleccionado mexicano, o a Holanda frente a Australia,  la impotencia de Italia ante los más humildes aún ticos, el paupérrimo desempeño de Argentina ante Irán y el empate de Alemania ante Ghana de hoy, queda claro que ningún partido será fácil para Bélgica.

El domingo, desde las 13 horas (horario local), esta selección de Bélgica buscará superar una prueba más cuando se enfrente por el Grupo H de Brasil 2014 a Rusia en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro, a donde sueñan con volver el 13 de julio.

Cabe recordar que Bélgica y Rusia se enfrentaron 3 veces, en las que los rusos no pudieron ganar nunca. El primer partido fue un amistoso en abril del 96, que terminó empatado en cero. Después, se vieron las caras en la fase de grupos del Mundial de Corea-Japón 2002, en el que Bélgica se impuso por 3-2 en un partidazo, con goles de Walem, Sonck y Wilmots.

El antecedente más reciente entre ambos fue un amistoso jugado en Rusia el 17 de noviembre de 2010, que Bélgica ganó 2-0 con los dos primeros goles de un Romelu Lukaku de 17 años en la selección mayor. Esperemos que Romeo pueda repetir mañana.

Por Joaquín Mosquera (@joaquinmosquera)

No es sorpresa

Ganó Bélgica y no es sorpresa.

#BélgicaNoEsSorpresa hubiera tenido su fama el día de hoy si los rabiosos deseos argentinos se hubieran cumplido.

Está generalización, claro, es una leída de twitter en los momentos donde Bélgica perdía 1-0 tras el penal cometido por Vertonghen. Tras dos años de escuchar el rumor de «Bélgica puede dar la sorpresa en Brasil», mucha gente parecía obtener una satisfacción al ver que su decisión de no prestarle oído al rumor belga que sintió durante dos años fue correcta.

«Yo no te dije quién viene laburando bien, pero vos estás equivocado».

Bélgica es puro verso.

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Bélgica no toma la iniciativa, no tiene cambios de ritmo.

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Lento e intrascendente.

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Que juegue en un grande no lo hace un grande.

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Se borran, son gallinas.

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Y uno resiste. Pero se muerde la lengua.

Porque el partido que ve una persona que si vio a Bélgica en las eliminatorias es otro.

Se ven los indicios, se ven las trampas. Se entiende que esa «lentitud» o «timidez» es paciencia. Necesaria para desarmar al rival. Que en 45 minutos, lo único que se vio de Bélgica fue la posesión inerte, la espera inicial y el cerrojo en cancha contraria, ejecutado por menos de 10 minutos.

Uno ve ese 0-1 ante Argelia, repasa los errores cometidos y entiende que esto no se terminó. Porque los errores conceptuales del primer tiempo de Wilmots fueron su apuesta. Pero Marc sabe cambiar a tiempo.

De Bruyne inició el primer tiempo como extremo derecho, dejando a Chadli como interior retrasado. Uno entiende que la intención del DT es tener al mejor tomador de decisiones en la posición final, facilitarle la tarea mediante la cercanía al área contraria. Pero eso no funcionó. De Bruyne entiende el juego con pausas, con espacios y varios metros más atrás.

Dembélé fue el mejor en los entrenamientos belgas y Fellaini decepcionó. El ingreso de Moussa fue una apuesta con bases, pero el mediocampista no se encontró.

Sin embargo, Witsel resistió todo en el medio y tomó la lanza en varias oportunidades que podrían haber terminado en gol, fruto puro de su esfuerzo individual.

Antes de iniciar el entretiempo, los más cercanos al estadio avisaban que un asistente del cuerpo técnico estaba al costado de la cancha hablando con Mertens. Listo, fin de la historia.

Wilmots sacó a Chadli y retrasó a De Bruyne, puso al jugador más caótico del plantel a jugar 45 minutos. Pero el fútbol seguía tímido. Entonces, le tocó a Lukaku, quién sufrió mucho en su tarea de falso nueve debido a la falta de abastecimiento. Origi entró, también como una apuesta a la velocidad.

El cambio necesario era Fellaini. La pieza faltante para darle balance al medio y sumar una segunda alternativa ofensiva con cada ataque en el que pisaba el área. Con Origi en el área y Fella entrando, los ejecutantes pueden decidirse por el pase al piso o el centro fuerte.

De Bruyne, en el empate, mostró su faceta riquelmeana. Espacios, tiempo y la decisión correcta. Un Quarterback en acción. La jugada es un tiro libre en movimiento. Pelota parada en acción.

A Mertens no le decimos «el super-suplente» porque no se nos ocurrió nada mejor. Dries, entrando desde el banco, te revoluciona un partido. Y siempre que lo necesitas, está.

Parrafo aparte, sin desviarme del principio original, para la maestría de Hazard en la ejecución de la jugada. Mertens solo tiene que correr e impactar. Dries, encima, se lo toma personal. Se planta. No está TAN loco como Mirallas, a quién esperamos que vean jugar el próximo partido, pero por ahí anda. Le tocaron el orgullo, y el quiso dejar en clásico que la de Bélgica es posta.

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Y los que estábamos del otro lado metíamos RT malaleche. Faveavamos a mansalva. Buscábamos perlitas de esa amarga lectura de un primer tiempo. En 45 minutos nos querían tirar abajo algo que nosotros conocíamos en plenitud. Algo de lo que hablamos, e insistimos, pero nadie quiere escuchar.

Porque Bélgica es la que se viene. Quizás no hoy. Posiblemente en la EURO 16. Seguramente en Rusia 2018.

Esto no es un buen equipo. Me retracto, claro que lo es. Pero nosotros no hablamos de un equipo acá. Hablamos de un imperio.

Una fábrica de talento donde todo funciona y seguirá funcionando y mejorando con los posibles éxitos del combinado mayor.

No miren al sub 21, al 2ub 19. No me den números del sub 16. Son la escuela formativa. Todos juegan a lo mismos. A esos jugadores no los preparan para la división en la que militan. Los forman para lo que la mayor va a necesitar.

Como un nuevo Kompany. Un futuro Fellaini. Un par de Defours que acompañen a los nuevos Hazards.

Y te lo contamos porque si ellos pueden, nosotros también. Solo hay que proponerse hacer las cosas bien.

Estamos trabajando, en Waffles para Todos, en la traducción del plan maestro belga, Growing Belgian Football. Nuestra intención es ponerlo en disponibilidad de todos y llevarlo al ministerio de deporte.

Cambiar algo. Cambiar todo.

Pero me vuelvo a desviar.

A los que pusieron waffles, recibiran waffles. Tengan fe. Confíen en Wilmots. Vean la unión y la valentía de un grupo que cuenta con solo dos ex mundialistas: Van Buyten en la cancha y Wilmots en el banco.

12 años sin competir en torneos internacionales. Los nervios están. Las expectativas también.

Pero Bélgica ganó, y no es sorpresa.

Más que nunca, Waffles para Todos.

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Por Fede Praml (@Tuitbol)

Divock Origi

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Cuando hablamos de habilidad, explosión en los últimos metros, de sorpresa, y sobre todo, de talento, nos referimos a Origi, que, gracias a su buena temporada en el Lille francés, el ariete de 19 años, se ganó un puesto en la selección que está en Brasil, ya hasta tuvo su debut mundialista ante Argelia.

1. Origi nació en Oostende, una linda ciudad portuaria al norte de Bélgica.

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2. Divock nació en Bélgica, pero es de origen keniano.

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3. Se formó en la academia del Genk, pero en 2010, a los 15 años, fue transferido al LOSC Lille de Francia. Ex equipo de Eden Hazard.

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4. Apenas llego a Lille, se robó la atención de las cámaras.

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5. Y de las francesas.

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6. Divock se caracteriza por su regate, su velocidad, siempre causa estragos en la defensa contraria. Aquí la definición gráfica.

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7. Posee una técnica depurada.

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8. Cuando es de picar, Divock pica.

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9. Cuando es de volar, Divock vuela.

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10. Y es que nada es poco para Origi, el va a todas.

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11. Wilmots leyó en el diario, y en Waffles por supuesto, sobre un tal Origi, que jugaba en la selección sub-20.

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12. Donde hacía cosas como estas.

13. Y lo convirtió en un nuevo Diablo Rojo.

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14. A pesar de las críticas de cierto sector, por llamar a un jugador tan joven a la selección, Wilmots no se preocupó mucho la verdad, y les respondió sobriamente.

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15. Origi, está entre los 7 jugadores más jóvenes de este Mundial. Sin duda es una promesa de Bélgica para Rusia 2018. En esa lista también se encuentra Januzaj.

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16. Su padre, Mike Origi, también jugó en el Genk, además representó a la selección de Kenya.

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17. Como lo decía, lo de Origi es el regate.

18. La definición es muy buena.

19. Y este, es un golazo.

20. Está amarrado con el gol.

21. Divock es de esos que llevan la pelota pegada al pie, de los jugadores que si le das, dos segundos, te deja 8 metros atrás y con la cintura al revés.

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22. No es titular, pero es una de las muchas y muy buenas variantes con las que cuenta Wilmots en la selección, en nuestra selección.
Divock Origi poses for a portrait during the Belgian team's training camp in preparation for the 2014 World Cup in Brazil in Knokke-Heist

Por Ricardo Oquendo (@oquendo17)

Nicolas Lombaerts

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Nico es uno de los 8 defensores que llevó Wilmots a Brasil y es el lateral izquierdo suplente por detrás de Vertonghen, aunque, como todo defensa belga, también juega de central. Lombaerts, quien milita actualmente en el Zenit de San Petersburgo, nació en Brujas en 1985, formando parte de la generación de «antiguos» de Bélgica, al tener 29 años. Aunque por muchas de sus fotos confunden a este Red Devil con un modelo de revista femenina, Nicolas Lombaerts ha desarrollado una carrera muy profesional en el fútbol ruso.

1. Nico nació en Brujas, la capital de Flandes Occidental, a 90 km de Bruselas.

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2. Algún día podremos decirlo así.

3. Creció en las menores del Club Brujas.

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4. Seguramente ahí aprendió a hacer cosas como estas.

5. Y en el 2004 pasó al equipo principal del KAA Gent.

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6. Para derrochar su talento en este lindo escenario.

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7. Convirtió 1 gol en 78 partidos, durante las tres temporadas.

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8. En ese tiempo,René Vandereycken llo hizo debutar en la selección mayor el 11/05/2006, teniendo poco más de 21 años.

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9. Para la temporada 07/08 Nicolas pasaría al Zenit de Rusia.

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10. Donde luego de fracturarse la pierna tendría una ruptura de ligamentos.

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11. De todos modos, y sin que el juegue, el Zenit campeonó la Copa UEFA (ahora Europa League) 07/08 tras derrotar al Rangers.

12. Y luego la Supercopa ante el United.

13. Pero para su regreso nos tendría esto preparado con su club.

14. Y también algo con la selección.

15. Y en la Champions.

16. Es un amante de la «mano cambiada».

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17. Luego de un tiempo, asumiría otra responsabilidad: capitán del equipo.

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18. Por no aflojar.

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19. Y esa marca fuerte, aunque sea Lewandowski.

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20. O con la selección.

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21. A la que todos queremos ver ganar.

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Por Miguel Martínez – Gonzáles Quirós (@miguelmgq)

Rêve Belge

ilusion

Se acabó la espera. Llegó el día. Hoy Bélgica vuelve a jugar un partido en un Mundial después de 4.383 días. Exactamente 12 años pasaron de aquel 17 de junio de 2002, en el que Bélgica se despedía del Mundial de Corea-Japón 2002 en el Estadio Kobe, tras ser derrotada por 2-0 por quien luego se consagraría campeón, Brasil. Después de aquella frustración en la que, como capitán del equipo, Marc Wilmots fue víctima de las injusticias arbitrales, ya que el nigeriano Prendergast le anuló un gol legítimo cuando iban 35 minutos y el partido estaba 0-0, ahora el propio Wilmots regresa a la justa mundialista 12 años más tarde como entrenador, comandando a un gran grupo de futbolistas, que liderados por él lograron el reconocimiento de todo el ambiente futbolero.

Ahora les toca hacerse cargo de lo que generaron. En poco menos de un año, Bélgica pasó de ser la posible revelación del Mundial a una posible decepción. Términos contradictorios si los hay. Pero así es el microclima futbolero, alimentado por la fiebre mundialista. ese en el que hay que ponerle un mote a todo. Bélgica lleva 12 años sin participar en competiciones importantes, por lo que una buena actuación en este Mundial podría tildarse de sorpresa. Pero ya todos conocen el potencial de sus jugadores y vieron lo que realizó el equipo en las eliminatorias, por lo que se espera que Bélgica obtenga buenos resultados en la Copa del Mundo, sino estaría decepcionando. Y así se genera una espiral infinita, se entra en un absurdo en el cual no nos interesa meternos.

Lo que a nosotros nos interesa es que HOY JUEGA BÉLGICA. Porque acompañamos el proceso. Porque Waffles Para Todos nació con ese Gales 0-2 Bélgica el 7 de septiembre de 2012, que fue el puntapié inicial de un proyecto que hoy empieza su segunda fase, pero que todavía tiene mucho camino por andar.

Esta tarde, desde las 13 (horario local), Bélgica abre el Grupo H del Mundial de Brasil 2014 ante Argelia en el Estadio Mineirão de Belo Horizonte, con el arbitraje del siempre riguroso mexicano Marco Antonio Rodríguez Moreno, más conocido como Chiquimarco.

El equipo no está confirmado, pero ya lo saben; Wilmots no varía mucho. De hecho, el ideal sería del 1 al 11, con Courtois, Alderweireld, Vermaelen, Kompany, Vertonghen, Witsel, De Bruyne, Fellaini, Lukaku, Hazard y Mirallas. Pero la realidad marca que hoy, Van Buyten está por encima de Vermaelen en la consideración de Wilmots, ya que el del Arsenal viene de un año con poca actividad, lo cual dejó en evidencia en los amistosos, mientras que el zaguero veterano es el único jugador sobreviviente de Corea-Japón 2002, y puede aportar desde la experiencia.

Después, hay dos dudas, el acompañante de Witsel y De Bruyne en el medio, y el extremo derecho. El que complete el trinomio seguramente será Fellaini, aunque ahí pueden aparecer Defour, Dembélé y hasta Chadli. En la punta derecha la cuestión es más simple, o juega Mirallas o lo hace Mertens. Creo que Wilmots se terminará inclinando por el de Everton debido a su ida y vuelta, más comprometido con el retroceso que el revoltoso Dries.

De todos modos, Wilmots se encargó de aclarar el panorama en conferencia de prensa: «Nadie tiene el puesto asegurado. La mitad de los goles decisivos en la fase de clasificación fueron obra de jugadores que saltaron al campo como suplentes».

En cuanto a Argelia, podríamos contarles quiénes juegan, cómo juegan, dónde juegan, etc. Decidimos no hacerlo, por lo menos, no acá. Por lo menos, no hoy. Hoy lo que importa es que juega Bélgica; el rival es coyuntural.

Ahora queda disfrutar del espectáculo de los Diablos Rojos. El análisis vendrá después.

Por Joaquín Mosquera (@joaquinmosquera)